martes, 7 de julio de 2009

Nürburgring

Nürburgring está considerado como uno de los circuitos más ‘completos' del calendario en el sentido de que incluye una amplia variedad de curvas. Hay secciones de alta velocidad, chicanes de media velocidad, y algunas curvas lentas en las que se exige una gran tracción. Como en la mayor parte de los circuitos del calendario de la F1, los adelantamientos son difíciles pero posibles en la primera curva y en la chicane de las curvas 13 y 14. Sin embargo, la climatología es una constante preocupación en Nürburgring, sea cual sea la época del año en la que se corra, ya que la lluvia y las bajas temperaturas son una amenaza constante en la montañosa región de Eifel.
Nürburgring es uno de los circuitos que exige mayor carga aerodinámica de la temporada, y no sólo por sus numerosas curvas de baja y media velocidad, sino también para poder mantener una buena estabilidad del coche en la fuerte frenada de la primera curva y en la lenta chicane de las curvas 13 y 14. Curvas como la 5/6, 8/9 y 10/11 exigen que el monoplaza tenga un comportamiento muy neutral para no salirse de la trazada ideal en el segundo viraje de la secuencia, y los ingenieros muy a menudo deben trabajar durante todo el fin de semana para intentar evitar el subviraje que acusan los monoplazas en las curvas de media velocidad.
Es necesario que el coche tenga una rápida y buena respuesta en los cambios de dirección en el inicio lento de la vuelta y también en los virajes más rápidos. El agarre mecánico es particularmente importante entre las curvas 1 y 4, pero para ello no puede sacrificarse el rendimiento aerodinámico en el resto de la vuelta.
El rendimiento de los neumáticos, como siempre, va a ser un parámetro básico para todos los equipos este próximo fin de semana en el que Bridgestone ha apostado por los compuestos súper blando y medio de su gama de neumáticos 2009. Las condiciones ambientales serán decisivas a la hora de seleccionar el tipo de neumático preferido para la carrera, ya que muy a menudo las temperaturas suelen ser bastante frescas en Nürburgring.
El desgaste de los frenos no es acusado en Nürburgring por lo que no supone un especial problema. Ninguna de las frenadas es demasiado severa y no hay motivo para pensar que los niveles de desgaste de los discos y las pastillas de freno vaya a ser anormalmente elevado.
El trazado de Nürburgring no presenta ninguna exigencia especialmente severa para los motores, que además se ven beneficiados por el hecho de que el circuito está situado en altitud, a unos 500 metros por encima del nivel del mar. La baja densidad del aire supone que el motor genere menos potencia (aproximadamente un 5%), pero también reduce la presión que deben soportar algunas partes del motor como los pistones. El motor trabaja a máximo régimen únicamente un 64% de la vuelta – una cifra ligeramente por encima de la media de la temporada, que es de un 62%. El periodo más largo de aceleración máxima apenas supera los diez segundos, así que el principal reto del equipo de motor es asegurarse de que la unidad ofrece un buen rendimiento a bajas revoluciones para poder salir bien de las curvas lentas, y en especial de la curva 7.

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