Alonso se sometió a pruebas médicas después de la carrera
El astuariano llegó a soportar fuerzas de hasta 28G durante el transcurso del Gran Premio. La reincorporación a la pista tras su segunda parada fue el momento mayor dureza.
El momento de mayor fuerza soportada por Alonso durante la decimoséptima carrera del Mundial se produjo en su reincorporación a la pista tras su segunda parada en la calle de garajes para cambiar los neumáticos de su monoplaza.
En esa maniobra, y para evitar tocarse con el Toro Roso del francés Jean Eric Vergne, el bólido de Alonso dio un salto al pasar por encima de un bordillo en el que las fuerzas soportadas por su cuerpo alcanzaron los 28G.
Los chequeos médicos en este tipo de casos son obligatorios e impuestos por la Federación Internacional del Automóvil. Alonso los superó sin problemas.
La maniobra de Alonso llegó a ser investigada por los comisarios de la carrera, que entendieron que Alonso no debía recibir penalización alguna.
Era noche cerrada en Abu Dhabi cuando Fernando Alonso salía de un hospital cercano al circuito con su gorra hacia atrás y saludaba a algún que otro cámara de televisión que allí le esperaba. El piloto estaba bien. De hecho durante la rueda de prensa posterior a la carrera se le vio sin ningún problema, después atendió a sus invitados, entre ellos los futbolistas Raúl y Míchel Salgado, con los que habló un buen rato sin que se le apreciara nada extraño, estuvo con su madre, Ana, que viajó hasta Abu Dhabi. Todo bien. Sin embargo tuvo que someterse a una revisión médica en un hospital porque así lo exige el protocolo de la FIA en este tipo de casos, cuando un coche soporta una fuerza G superior a 25, saltó la alarma y el piloto debió someterse a esa prueba médica. Lo hizo después de pasar el control antidopaje y hablar con los comisarios junto a Vergne por su posible sanción.
Esas pruebas no consisten en un chequeo habitual, no se trata de decir 33 varias veces ni de evitar que el médico te dé con un martillo en la rodilla, pero tampoco el asturiano estaba grave ni siendo evacuado como podría parecer de una imagen que dio la vuelta al mundo y asustó a muchos justo antes de someterse a una resonancia magnética nuclear completa que exige que el paciente está inmovilizado más de media hora. Lo cierto es que el piloto no pasó una buena noche fruto del golpe y el cansancio de un GP en el que la temperatura y el trabajo dentro del coche hacen que el cuerpo pierda casi cuatro kilos, y ayer se sometió a más pruebas, pero se encuentra bien y estará en el GP de EE UU.
Durante casi un segundo el cuerpo de Alonso recibió un impacto transversal de 28G, una especie de despegue y aterrizaje forzoso que a cualquier otro nos hubiera destrozado la espalda, pero los pilotos de Fórmula 1 son auténticos atletas y pueden hacer frente a un choque de estas características. En la F-1 existen los milisegundos, milésimas de segundo. Y precisamente durante un milisegundo soportó Robert Kubica en 2007 en su accidente en el GP de Canadá una fuerza de 75G, al límite del cuerpo humano. Afortunadamente lo de Alonso no fue un accidente tan increíble. Ahora llevará a cabo un programa de recuperación para recobrar el tono muscular sobre todo en la espalda. Un susto. Y una lección. Porque esto de la F-1 no es un videojuego.
1 comentario:
Fernando Alonso está bien. Primera cosa. El piloto español que sufrió un fuerte impacto durante el pasado GP de Abu Dhabi en el adelantamiento a Jean Eric Vergne, sufre las secuelas propias de un accidente de ese tipo, dolor en las cervicales, presión en la cabeza… poco más.
Es decir lo más lógico y normal sería que el asturiano se subiera a su Ferrari en el próximo gran premio en el circuito de Austin sin ningún problema.
Las pruebas que el piloto pasó en Abu Dhabi el domingo y las posteriores que le hicieron no desvelaron ningún tipo de fractura ni lesión importante. Sin embargo los protocolos de la FIA cuando se sufre un impacto de una determinada fuerza G insisten no sólo en esas pruebas después de la carrera, sino también antes de la siguiente.
Así las cosas el asturiano tendrá que someterse a una nueva revisión el jueves en Austin para certificar que puede correr. Pero no sólo eso, la propia escudería Ferrari está siguiendo con atención la recuperación de Alonso y, según ha declarado un portavoz a AS, también quiere que pase unas pruebas médicas propias porque no le desean correr ningún riesgo.
Alonso, por su parte, quiere correr y no ve ningún problema en que así sea, se ve con fuerzas y con ganas para terminar la temporada.
También ha habido en los últimos días cierta controversia respecto a la fuerza G real que tuvo que soportar el Ferrari del doble campeón español. Lo cierto es que la FIA tiene dos sensores, uno de ellos habló de 15G y otro de 28G, pero realmente, según diversas fuentes aún se desconoce realmente cuál fue, pero estuvo alrededor de los 25G y por esa razón la FIA pide todas estas revisiones.
Desde el entorno del piloto quitan importancia a la lesión y lo ven como algo normal cuando se ha recibido un golpe de esas características. Alonso está siguiendo un plan de recuperación y espera estar al cien por cien para las dos últimas carreras del Mundial.
Publicar un comentario