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Circuito Internacional de Shanghá
El Circuito Internacional de Shanghái, donde se disputará el Gran Premio de China, es un Autódromo de última generación, hecho especialmente para la Fórmula 1 y fue diseñado por el arquitecto alemán Hermann Tilke. Está emplazado sobre un pantano, por lo que los cimientos de poliéster de la pista tienen una profundidad de 48 metros. La forma es del símbolo chino 'Shang' que significa 'Ascender' y utiliza referencias de las tradiciones locales como los colores rojos y oro, que simbolizan el poder y la suerte. Los boxes están ubicados dentro de un lago. El Autódromo tiene una capacidad de 150.000 personas.
Es una pista bastante revirada, con mayoría de curvas lentas, aunque hay una sección corta de alta velocidad. Hay tres secciones rectas que pueden ofrecer oportunidades de sobrepaso, la primera curva es muy cerrada, lo que hará que la salida de la carrera sea interesante, y exigente; es una curva interminable hacia la derecha con una gran carga de fuerza G.
Tiene un número igual de curvas tanto a derecha como a izquierda, una buena combinación de diferentes tipos de virajes, desde los sectores rápidos hasta las difíciles horquillas y unas rectas muy largas. La más recta larga tiene casi un kilómetro y está entre las curvas 13 y 14, al final de la vuelta.
Para afrontarlo se requiere de una alta carga aerodinámica y de un buen estado físico por parte de los pilotos debido a las largas curvas. Una particularidad del trazado es la longitud de sus curvas, en especial la primera en la que los pilotos experimentarán más de 2G durante casi cuatro segundos. En cuanto a las características de las curvas y la frenada, el circuito es bastante parecido a Nürburgring, pero con una recta muy larga, por lo que será un reto con los motores.
Shanghái requiere de un alto nivel de agarre mecánico para los neumáticos ya que las largas rectas y sus rápidas curvas le producen a los neumáticos un intenso calor para considerar. Se espera que haga mucho calor que podría llegar a los 30 grados ambientales subiendo a 50 la temperatura de la pista. La superficie de la pista es medianamente suave y no abrasiva.
El Circuito Internacional de Shanghái tiene la particularidad que sus curvas han sido diseñadas de una forma muy técnica, que hace que cometer un error allí sea muy fácil. Otro factor importante a tener en cuenta es la climatología, no se puede descartar que la lluvia pueda hacer acto de presencia.
Las características del trazado varían a medida que transcurre una vuelta. La primera parte está repleta de curvas lentas, las que siguen a la recta de boxes hasta llegar a la horquilla de la vuelta 6. A continuación se entra en un sector mucho más exigente, con tres virajes a izquierda, derecha, izquierda que se toman bajando la velocidad progresivamente. Esta zona condicionará en gran medida el tiempo total por vuelta. Los pilotos tendrán que encontrar una buena trazada en ese sector. Después de esta secuencia de curvas, una corta recta desemboca en un estrecho viraje a izquierdas que nos lleva hasta una larga curva de derechas que nos introduce en el último sector de la vuelta. Ese viraje desemboca en la recta principal del circuito, que supera el kilómetro de longitud y será importante salir bien de la curva anterior, ya que a final de recta hay una horquilla en la que es posible intentar un adelantamiento. Este viraje lento lleva hacia otra recta, a la que le sigue una curva de velocidad media-baja a izquierdas y que desemboca en la segunda recta del trazado donde concluye la vuelta.
El circuito tiene una longitud de 5'451 km., está pautado a 56 vueltas con lo que su distancia será de 305'256 kilómetros.
El Circuito Internacional de Shanghái, donde se disputará el Gran Premio de China, es un Autódromo de última generación, hecho especialmente para la Fórmula 1 y fue diseñado por el arquitecto alemán Hermann Tilke. Está emplazado sobre un pantano, por lo que los cimientos de poliéster de la pista tienen una profundidad de 48 metros. La forma es del símbolo chino 'Shang' que significa 'Ascender' y utiliza referencias de las tradiciones locales como los colores rojos y oro, que simbolizan el poder y la suerte. Los boxes están ubicados dentro de un lago. El Autódromo tiene una capacidad de 150.000 personas.
Es una pista bastante revirada, con mayoría de curvas lentas, aunque hay una sección corta de alta velocidad. Hay tres secciones rectas que pueden ofrecer oportunidades de sobrepaso, la primera curva es muy cerrada, lo que hará que la salida de la carrera sea interesante, y exigente; es una curva interminable hacia la derecha con una gran carga de fuerza G.
Tiene un número igual de curvas tanto a derecha como a izquierda, una buena combinación de diferentes tipos de virajes, desde los sectores rápidos hasta las difíciles horquillas y unas rectas muy largas. La más recta larga tiene casi un kilómetro y está entre las curvas 13 y 14, al final de la vuelta.
Para afrontarlo se requiere de una alta carga aerodinámica y de un buen estado físico por parte de los pilotos debido a las largas curvas. Una particularidad del trazado es la longitud de sus curvas, en especial la primera en la que los pilotos experimentarán más de 2G durante casi cuatro segundos. En cuanto a las características de las curvas y la frenada, el circuito es bastante parecido a Nürburgring, pero con una recta muy larga, por lo que será un reto con los motores.
Shanghái requiere de un alto nivel de agarre mecánico para los neumáticos ya que las largas rectas y sus rápidas curvas le producen a los neumáticos un intenso calor para considerar. Se espera que haga mucho calor que podría llegar a los 30 grados ambientales subiendo a 50 la temperatura de la pista. La superficie de la pista es medianamente suave y no abrasiva.
El Circuito Internacional de Shanghái tiene la particularidad que sus curvas han sido diseñadas de una forma muy técnica, que hace que cometer un error allí sea muy fácil. Otro factor importante a tener en cuenta es la climatología, no se puede descartar que la lluvia pueda hacer acto de presencia.
Las características del trazado varían a medida que transcurre una vuelta. La primera parte está repleta de curvas lentas, las que siguen a la recta de boxes hasta llegar a la horquilla de la vuelta 6. A continuación se entra en un sector mucho más exigente, con tres virajes a izquierda, derecha, izquierda que se toman bajando la velocidad progresivamente. Esta zona condicionará en gran medida el tiempo total por vuelta. Los pilotos tendrán que encontrar una buena trazada en ese sector. Después de esta secuencia de curvas, una corta recta desemboca en un estrecho viraje a izquierdas que nos lleva hasta una larga curva de derechas que nos introduce en el último sector de la vuelta. Ese viraje desemboca en la recta principal del circuito, que supera el kilómetro de longitud y será importante salir bien de la curva anterior, ya que a final de recta hay una horquilla en la que es posible intentar un adelantamiento. Este viraje lento lleva hacia otra recta, a la que le sigue una curva de velocidad media-baja a izquierdas y que desemboca en la segunda recta del trazado donde concluye la vuelta.
El circuito tiene una longitud de 5'451 km., está pautado a 56 vueltas con lo que su distancia será de 305'256 kilómetros.
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El mundial llega a China caldeado por la intervención de los comisarios en los hechos deportivos. Las sanciones y penalizaciones están a la orden del día. En Japón Hamilton, Massa y Bourdais fueron sancionados por acciones antideportivas. La polémica llega cuando lo que antes se decidía sobre la pista ahora ocurre en los despachos.
En esta novísima pista es fácil adentrarse en los 320 kilómetros por hora por las largas rectas. Sobre todo en la trasera, justo antes de la entrada a meta, compuesta por una línea de asfalto de un kilómetro de longitud. Allí se producen los principales intentos de adelantamientos y, también, el mayor número de errores de pilotaje.
A continuación brindamos opiniones relevantes respecto al Circuito Internacional de Shanghai.
Nick Heidfeld rinde homenaje al coloso arquitectónico en sus recientes declaraciones: "Cada vez que venimos aquí uno se queda impresionado. No hay nada parecido a la altura del paddock y de las tribunas". Quizá por eso el trazado del circuito chino donde este fin de semana se disputará la penúltima prueba del mundial 2008 tiene la forma de "shang" sobre el mapa. Tampoco es de extrañar que el circuito sea el más caro construido hasta la fecha, con un costo aproximado y calculado en doscientos cincuenta millones de dólares.
Para el tricampeón Niki Lauda, la intervención de la FIA siempre es necesaria, pero últimamente resulta excesiva: "Me preocupa que los comisarios se involucren tanto para controlar lo que hacen los pilotos. Los comisarios deberían intervenir sólo cuando ocurre algo serio".
Deportivamente, Hamilton llega líder a una pista que le causa pesadillas: el año pasado perdió buena parte de sus aspiraciones a campeón del mundo cuando sus neumáticos comenzaron a desfallecer y su equipo no le llamó para cambiar las ruedas. Para colmo de males, al entrar a cambiarlas lo hizo tan deprisa que se salió de la pista y acabó atorado en la arena. Para entonces, Fernando Alonso estaba a punto de adelantarle, aunque fue Kimi Räikkönen quien se llevó la victoria. Este año Ferrari preferirá que sea Felipe Massa el piloto que alce el trofeo de campeón para seguir manteniendo opciones del mundial.
Por su parte, Alonso llega aquí con dos victorias inesperadas pero también merecidas. Con la moral por las nubes y con mucha ilusión, el español de Renault le sabe sacar el gusto a un trazado moderno con espíritu competitivo: "Es nuevo pero con carácter". Él nos explica algunas características del circuito sobre el que su R28 deberá volver a sacar lo máximo de sí: "El circuito plantea varios e interesantes retos: cuenta con largas rectas, curvas de alta velocidad, pero también con virajes lentos. Así que una vez más se tratará de encontrar una buena puesta a punto para disponer de un buen equilibrio en el coche y que éste sea estable en las curvas, sin perder por ello velocidad punta en recta. En eso es precisamente en lo que nos centraremos en los entrenamientos del viernes".
En comparación con otros trazados míticos pero vetustos, como Mónaco o Canadá, China destaca por su amplitud: construido sobre un antiguo pantano y dentro de un lago, los pilotos y mecánicos disfrutan de espacio tanto en los garajes como en la misma pista y escapatorias, como explica Alonso: "La pista es muy ancha y ha sido diseñada para facilitar los adelantamientos. Todas las instalaciones aquí son enormes. Estoy deseando subirme al coche este fin de semana, ya que se trata de un circuito muy interesante para pilotar un Fórmula 1".
Sanghái es todo lo contrario a un circuito urbano: olvídense de Mónaco, Valencia o Canadá. Aquí todo está pensado a lo grande: grandes escapatorias, grandes curvas, grandes rectas… ¿Grandes adelantamientos? En principio, sí. Así lo dejan claro casi todos los pilotos, como el polaco Robert Kubica en estas declaraciones de esta misma semana: "Seguramente podremos adelantar en la larga recta".
Aunque, claro, no todo el mundo está de acuerdo; Bob Bell, director técnico de Renault, cree que el trazado no es nada del otro mundo: "Es un circuito moderno no especialmente técnico, dentro de la media del campeonato en cuanto a velocidad media y carga aerodinámica. No tiene grandes oportunidades de adelantamiento". Eso sí, la combinación de curvas está garantizada: "La pista ofrece una gran variedad de curvas lentas y rápidas", comenta Kubica.
En el apartado técnico, el director técnico de BMW nos explica cuál es la estrategia más recomendada: "La pista exige una alta carga aerodinámica. Hay que refrigerar bien el coche por las altas temperaturas. Las frenadas son también fuertes para poder entrar bien en las curvas también hay que tener en cuenta las irregularidades del asfalto". El pobre Juan Pablo Montoya sufrió una de esas irregularidades, aunque se trató en realidad de una tapa de alcantarilla que, en la cita inaugural de 2004, se levantó en plena carrera destrozándole el coche. Una paradoja en un trazado que se presentó como estandarte de la seguridad y modernidad.
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