"La primera parte de la temporada será a la defensiva", comentan desde el equipo.
Ferrari se toma el inicio del Mundial con calma, a la espera de mejoras durante la temporada
La frase de "en Fórmula 1 no hay botones mágicos que te hagan escalar de golpe" es una de las más usadas por Fernando Alonso. La situación se parece de nuevo, y de forma recurrente, a las vividas en 2011 o 2012, cuando los inicios del monoplaza rojo no cumplían del todo con las expectativas.
Lo nuevo de este año es que el nuevo reglamento y las unidades de potencia "permiten un margen de desarrollo y mejora muy amplios", comenta a MARCA un portavoz de la Scuderia. "Se puede hacer mucho con los nuevos elementos hasta llegar al máximo de capacidad y en eso estamos trabajando", matiza.
Es una forma de pedir calma, de frenar las predicciones milagrosas de mejoras que puedan provocar saltos espectaculares de rendimiento. No hay magia, sino trabajo constante, prefieren argumentar, sin dar nada por perdido tras lo visto en la primera carrera del año, en Australia.
Al hablar de las actualizaciones de electrónica que podrían impulsar al F14-T en Sepang, desde la escuadra italiana prefieren contestar con una mensaje de perfil bajo. "La primera parte de la temporada será a la defensiva", afirma el interpelado. "No hay un plazo de grandes premios en concreto", añade. Una de las cuestiones que sí confirma es que se trata de un coche "sin problemas aerodinámicos, que está ofreciendo fielmente en pista los datos del túnel", señala.
Menos ojo con el calor
El calor es un factor determinante siempre en Malasia, pero este año lo es menos para los pilotos y mucho más para las máquinas. La lentitud de los nuevos coches en curva exige mucho menos esfuerzo a los pilotos a la hora de soportar la fuerza G en el cuello, uno de los principales puntos de preparación en la antigua F1. La adaptación al calor ahora es menos crítica para los protagonistas.
Los coches, sin embargo, son mucho más sensibles al aumento de la temperatura. La proliferación de cajas de conexión, repartidas por el monoplaza -30 en el caso de Toro Rosso, por ejemplo- obligan a abrir la carrocería al máximo nivel para evitar el colapso de alguna, algo que obliga a la sustitución o al abandono en carrera. La previsión de lluvia es más escasa que en otras ediciones. Sólo un 40% para el sábado y un 30% el domingo, lo cual en Malasia se traduce como improbable o momentánea.
Kimi Raikonen
Aunque el finlandés sabe que Ferrari no será el único que lleve novedades.
Kimi Räikkönen dijo, durante la rueda de prensa oficial de la FIA que tuvo lugar en el circuito malayo de Sepang, que espera que las cosas mejoren respecto a la primera carrera. "Tenemos que esperar para ver qué posibilidades tendremos. Obviamente, hemos aprendido unas cuantas cosas de la última carrera. Pero eso es lo mismo para todos. Ojalá acabemos un poco más contentos aquí. Ya veremos dónde acabamos", opinó Kimi.
"Hemos estado intentando mejorar cosas y llevar al equipo al sitio en el que queremos estar", afirmó, tras ser cuestionado Räikkönen, que logró la primera de sus veinte victorias en Fórmula 1 -a bordo de un McLaren- en este circuito, en 2003.
"No sé cómo serán las cosas aquí (en Malasia)", declaró el nórdico, que repitió victoria en Sepang, ya en Ferrari, en 2008. "Yo diría que es un circuito diferente y será muy duro para los coches, debido al calor", indicó Kimi.
Sobre su relación con Fernando Alonso aseguró que "es buena, siempre fue buena". "Ahora, obviamente, llevamos poco tiempo juntos, pero hubo muchos comentarios en la prensa por parte vuestra, gente diferentes diciendo cosas diferentes, pero ha sido buena", indicó Räikkönen.
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