viernes, 20 de junio de 2014

G.P. de Austria 2014 - El Circuito



Dietrich Mateschitz lleva la Fórmula 1 al reino de Red Bull

Compró el circuito en el año 2009 y después de diversas negociaciones convenció a Bernie Ecclestone del regreso a este espectacular trazado.




Dietrich Mateschitz lleva la Fórmula 1 al reino de Red Bull
Se llega a un cruce y a partir de ahí la lentitud exasperante, por la misma carretera estrecha tienen que ir los coches, las caravanas, los camiones de los equipos… Sólo faltan los monoplazas intentando sortear los vehículos que parecen obstáculos insalvables en esos cuatro kilómetros y medio desde el momento en que se acaba la autopista de Graz a Spielberg. Y de ahí al circuito se tardan unos 40 minutos. En 4,5 kilómetros, sí. Falta de organización austríaca, si el adjetivo fuera española como exige el tópico tendría sentido, pero… viajando te das cuenta de lo que importan los clichés sin sentido.
Después llegas al trazado y el aspecto es imponente. Es cierto. Rodeado de las montañas alpinas donde aún se atisba la nieve en las cumbres y con un impresionante toro rojo en el centro, de 50 toneladas de peso construido a partir de latas de Red Bull recicladas. Estamos en el reino del equipo que ha dominado la F-1 los últimos cuatro años, de los que han ganado la última carrera, en Canadá.
En 2009 el amigo Mateschitz compró este trazado y después de diversas negociaciones con el gran Ecclestone ya está aquí la F-1. Y lo hace con un circuito renovado que sólo conserva la pista. A partir de ahí todo es nuevo, una espectacular sala de prensa, asfalto perfecto… y la increíble primera curva ciega en la que se espera una de las salidas más emocionantes del campeonato. A esa primera esquina se llega tras una cuesta con pendiente del 9,7%, una curva que se cierra y aparece ciega que será uno de los desafíos de los pilotos. Es parecida a Austin, menos pendiente, menos ciega, pero mucho más cerrada. La capacidad de tracción al salir de esa curva después de unos 70 metros de ascensión será crucial para llegar a la siguiente curva con una frenada de 310 km/h a 60 km/h. Será uno de los puntos de adelantamiento.
El circuito tiene sólo ocho curvas, una parte muy rápida con dos largas rectas y otra mucho más revirada. Y tendrá dos zonas de DRS, el primero entre las curvas dos y tres, el segundo después de 100 metros de la última curva justo antes de la recta de meta.
Es una pista en la que podemos ver una de las carreras más atractivas de la temporada con varias zonas para adelantar a pesar de sus pocas curvas, importantes desniveles, todo un reto para los pilotos con un recorrido de 4,326 kilómetros que Michael Schumacher completó en 2003 en 1:08.337, algo menos que los casi 40 minutos que se tarda en recorrer una distancia similar en los accesos al circuito, en llegar desde el exterior al reino de Red Bull.

Logró las dos últimas victorias en la pista austríaca con Schumacher

Red Bull Ring, territorio Ferrari... en otros tiempos

  • El trazado, propiedad ahora de la marca de bebida energética, vuelve al calendario 11 años después.

El Red Bull Ring, esperando la llegada de la F1/ RV RACING PRESS

El Gran Premio de Austria vuelve al calendario de la Fórmula 1 tras 11 años de ausencia. Más de una década en la que el Gran Circo ha cambiado por completo para todos y más para Ferrari. La escudería italiana 'dejó' el circuito austriaco, llamado entonces A1-Ring, como el dominador del trazado y ahora se presenta a la cita con escasas opciones de repetir los éxitos del pasado.
El país centroeuropeo ya vivió un parón similar entre 1987 y 1997, cuando retornó a la F1 con el circuito completamente renovado. Los Williams fueron los primeros triunfadores, con la victoria de Jacques Villeneuve. En los seis años siguientes antes de salir de nuevo del calendario, McLaren y Ferrari se repartieron las victorias. Tres para los de Woking (una de Coulthard y dos de Hakkinen) y otras tantas para los de Maranello (una para Irvine y dos para Schumacher).
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Red Bull Ring, territorio Ferrari... en otros tiempos
Precisamente el alemán se impuso en las dos últimas citas (2002, con doblete incluido, y 2003). Ahí se quedó la cosa hasta ahora que se retoma con algunos cambios. No en el circuito, que a pesar del cambio de nombre y de propietario -pertenece a Red Bull desde 2009 cuando lo sacó de la quiebra- sigue teniendo las mismas dimensiones y curvas que cuando se remodeló en el 2000. Los cambios tienen que ver más con la F1 en general. Diferentes normas, coches y protagonistas.
Ahora no cabe en la cabeza otra cosa que no sea una victoria de Mercedes o de Red Bull, dos escuderías que no existían en la última etapa del Gran Premio de Austria. Y más en este trazado, caracterizado por ser muy rápido gracias a sus cuatro largas rectas. En un circuito en el que la potencia en recta es fundamental, los Mercedes deberían volver a triunfar, si bien Red Bull juega en casa y cada vez está más cerca de ellos.
Solo quedan cuatro
Para la mayoría de pilotos será la primera vez que se enfrenten al Red Bull Ring. Solo cuatro de la parrilla han competido en él con un Fórmula 1: Jenson Button, Kimi Räikkönen, Felipe Massa y Fernando Alonso. A ellos hay que sumar a Kevin Magnussen, que corrió el año pasado en las World Series con el equipo DAMS.
Button es el que más veces ha pilotado en él. Lo ha hecho cinco veces, con un cuarto puesto como mejor resultado (2003). Räikkönen lo hizo en tres y subió al podio como segundo clasificado (también en 2003). Massa y Alonso nunca tuvieron suerte. El brasileño solo participó en 2002 y abandonó. El español lo hizo dos veces con idéntico resultado: problemas de caja de cambios en 2001 y de motor en 2003.

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