Lleva ocho podios seguidos sin bajar del segundo
Rosberg, números de bestia
Solo Sebastian Vettel y Fernando Alonso lo lograron
Su obsesión por el número 6 le trae suerte a Rosberg
Contra todo pronóstico Nico Rosberg le ha dado la vuelta a la inercia ganadora de Lewis Hamilton, que atrapó el liderato del Mundial en mayo en Montmeló tras cuatro victorias seguidas. El alemán ha frenado el tsunami inglés y se ha hecho fuerte en casa con 29 puntos de ventaja.
Sus números son bestiales. Ocho carreras, ocho podios, con tres victorias y cinco segundos puestos. No ha pisado el tercer escalón del cajón, algo que en la historia solo lograron Fernando Alonso en 2006 y Sebastian Vettel en 2011, temporadas en las que terminaron como campeones.
Una asombrosa demostración de regularidad, de saber cuándo atacar y cuándo conformarse, y también de fortuna con las averías, que su compañero ha sufrido en dos ocasiones (Australia y Canadá). Parece que el alemán, políglota consumado, esté sacando partido a esa obsesión numerológica por el número 6, el mismo con el que fue campeón su padre en 1982 y que ha elegido para toda su carrera deportiva.
El mismo que lleva en la coronilla y en los laterales del mismo con números romanos y por partida doble para subrayar de forma sutil el nombre de su novia de toda la vida, VIVI, Vivian Sibold, de 28 años como él. Junto a ella ha abierto una heladería en Ibiza, Vivi’s Creamery, ubicada en el número 6 de la Calle del Maestro Juan Mayans.
"Será mi futura esposa", suele decir de ella. No cabe duda de que la boda será un día seis y del mes de junio del año que pueda, claro.
¿Pero es solo suerte o que su pilotaje exige menos a la mecánica que el de Lewis? Dicen que Nico lleva un ingeniero dentro, de hecho estuvo cerca de estudiar una ingeniería, y se afana en conocer hasta los tornillos del coche, mientras Lewis es talento puro sin más preocupaciones.
Diferentes en las formas y en los modos, son caminos igualmente válidos para llegar al título, pero el de Nico marca la pauta ahora.
Lewis se anda con ojo
Como dijo a MARCA hace un mes en el Gran Premio de España: "Tengo que terminar con el momentum de Lewis". Y lo ha hecho, con la polémica de su error forzado o no en Mónaco, pero ha roto una inercia perdedora y los nervios de Lewis, que se ve en el mismo papel que tenía Alonso en McLaren 2007, casi el de extrajero en tierra inglesa. Lewis es ahora un inglés en tierra alemana y tiene que atarse la lengua antes de sacarla a pasear contra el equipo.
Esto lo maneja de maravilla Rosberg, que no comete un error en lo que va de año, al estilo alemán de toda la vida cuando tienen un coche ganador entre manos, y además llega a Silverstone, la casa de Lewis y próxima cita del campeonato, líder. Y saldrá líder pase lo que pase.
Una asombrosa demostración de regularidad, de saber cuándo atacar y cuándo conformarse, y también de fortuna con las averías, que su compañero ha sufrido en dos ocasiones (Australia y Canadá). Parece que el alemán, políglota consumado, esté sacando partido a esa obsesión numerológica por el número 6, el mismo con el que fue campeón su padre en 1982 y que ha elegido para toda su carrera deportiva.
El mismo que lleva en la coronilla y en los laterales del mismo con números romanos y por partida doble para subrayar de forma sutil el nombre de su novia de toda la vida, VIVI, Vivian Sibold, de 28 años como él. Junto a ella ha abierto una heladería en Ibiza, Vivi’s Creamery, ubicada en el número 6 de la Calle del Maestro Juan Mayans.
"Será mi futura esposa", suele decir de ella. No cabe duda de que la boda será un día seis y del mes de junio del año que pueda, claro.
¿Pero es solo suerte o que su pilotaje exige menos a la mecánica que el de Lewis? Dicen que Nico lleva un ingeniero dentro, de hecho estuvo cerca de estudiar una ingeniería, y se afana en conocer hasta los tornillos del coche, mientras Lewis es talento puro sin más preocupaciones.
Diferentes en las formas y en los modos, son caminos igualmente válidos para llegar al título, pero el de Nico marca la pauta ahora.
Lewis se anda con ojo
Como dijo a MARCA hace un mes en el Gran Premio de España: "Tengo que terminar con el momentum de Lewis". Y lo ha hecho, con la polémica de su error forzado o no en Mónaco, pero ha roto una inercia perdedora y los nervios de Lewis, que se ve en el mismo papel que tenía Alonso en McLaren 2007, casi el de extrajero en tierra inglesa. Lewis es ahora un inglés en tierra alemana y tiene que atarse la lengua antes de sacarla a pasear contra el equipo.
Esto lo maneja de maravilla Rosberg, que no comete un error en lo que va de año, al estilo alemán de toda la vida cuando tienen un coche ganador entre manos, y además llega a Silverstone, la casa de Lewis y próxima cita del campeonato, líder. Y saldrá líder pase lo que pase.
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